El amor es
una sensación, un sentimiento que todos describimos diferente. Muchas personas
suelen decir “me enamoré a primera vista”.
Es erróneo pensar que sientes amor por alguién que ni conoces. Tal vez te
parece que es realmente atractivo quién dices que te enamoró con sólo verlo,
pero ¿en verdad será amor?
Hace cinco
años conocí a la persona que desató en mí ese sentimiento tan indescriptible.
Mi amistad con él era muy amena, nos encantaba pasar muchas horas juntos.
Sin darme cuenta, cuando no nos veíamos, lo extrañaba mucho. Salíamos de paseo
siempre que teníamos oportunidad. Nos tomábamos de la mano para cruzar las
calles, para que me ayudara a bajar del transporte o incluso de escaleras.
Simplemente existía cualquier pretexto para hacerlo. Cuando lo sentía tan cerca
de mí, el corazón se aceleraba, estaba muy feliz y sonreía más de lo
normal. El tiempo se pasaba muy rápido.
En nuestra
primera cita fuimos a Bellas Artes. Nos sentamos en las jardineras que están
frente al palacio. Se nos acercó un muchacho con rastas y nos ofreció
inciensos. Le compramos una cajita: no hace mucho, por cierto, la encontré y el
olor permanecía intacto, como la primera vez que la abrí junto a Luis. Después
fuimos a la Torre Latinoamericana. Era la primera vez que ambos subíamos a
observar por el mirador.
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